VUELTA AL COLEGIO 2.022/23

25.08.2022

Otro curso político empieza, y el mismo hastío, bochorno y vergüenza nos esperan a los falangistas los próximos meses. Partiendo de la base incontestable de que aquí nadie se va a rendir -incluso nosotros no lo haremos- contemplaremos las acostumbradas actitudes que tanto gustan a nuestros falsofalangistas. Exhibición de infumable camiserío azul mahón,  gestos hoscos de burdo mimetismo mussoliniano, ínfulas intelectuales, razonamientos conspiratorios y falsa creencia en la propia valía que, en su explosivo conjunto, ofrecerán a la sociedad española la imagen de un nacionsalsindicalismo aduterado, antiguo y plenamente estéril. Deberían de haberse disuelto tras la epidemia -aprovechando esa durísima circunstancia sanitaria- pero tanto La Falange, como Falange Española de las JONS como Falange Auténtica ya han anunciado continuar con sus periódicos aquelarres y con sus shows habituales.

España está sumida en la crisis cícilica capitalista más profunda, seria y destructiva de la Historia. Millones de españoles pueden verse afectados por el desempleo y por la miseria. España -ya de por sí pobre y sin recursos- se encuentra al borde de un cataclismo social de primera magnitud. Mientras tanto, todos estos van a seguir dando la murga sin modificar un centímetro su insólito discurso: sin ofrecer nada positivo al conjunto de los trabajadores españoles.

Nosotros, desde el Movimiento Falangista de España, seguiremos haciendo lo único que podemos hacer. 

Somos muy pocos, pero plenamente capaces de denunciar esta superchería suplantadora. Y esta denuncia se realizará tanto desde nuestras páginas oficiales, como desde nuestros instrumentos particulares de expresión. Nuestra actuación durante el Curso 2.022-23 será la misma de siempre. De un lado, ofrecer una visión auténtica y moderna de lo que somos y de lo que queremos para España. De otro lado, aprovechar cualquier recurso legal para entorpecer las maniobras públicas de estos personajes, avisando tanto a las autoridades competentes acerca de la celebración de actos políticos de muy dudosa legalidad como a las cúpulas de las empresas que -de manera voluntaria o involuntaria- estén colaborando con la extrema derecha mediante donativos, alquiler de locales y demás. Se trata -como ya sabéis- de cerrar los espacios del fascismo y de limitar en lo posible sus posibilidades de actuación pública. Estamos intentando hacer cesar esta viciada y viciosa confusión entre nuestra verdadera doctrina y el mensaje ultra propugnado por el falsofalangismo ultraderechista.

Siempre se puede hacer la prueba que yo he hecho este verano. Hace poco, comiendo muy agradablemente con personas que no tenían nada que ver con Falange o con el falangismo, se me ocurrió hacer un curioso experimento. Los resultados del mismo me confirmaron el ridículo tanto en el que caen los usurpadores de nuestros símbolos como su pastiche ideológico. Estas personas conocían sobradamente el caso Blanquerna y no tanto los actos públicos de los vándalos -las palabras no son mías- que lo protagonizaron. Les puse al día -en pocas palabras- de lo que son y de lo que hacen usando las fotos de sus últimos actos de este verano. Y pude constatar la náusea y el rechazo que estos actos provocan en nuestros ciudadanos, así como el ridículo público en el que caen los más encumbrados prebostes de estas bandas. Me resulta divertidísimo comprobar como personas de irreprochable e incontestable trayectoria dentro de estos entornos políticos son vistos como simples payasos vocingleros e incultos fuera de estos ámbitos, por lo pronto cada vez más pequeños. Pobre Falange me decían, aunque yo contestara que aquello no tenía nada que ver ni con Falange, ni con José Antonio, ni con el nacionalsindicalismo ni con nada de lo que unos pocos locos y yo estamos defendiendo. 

Por eso mismo, y en este Curso que comienza, sigamos empujando. Porque la Revolución empieza -ni más ni menos- por el cese de esta usurpación de nuestros símbolos y por el entorpecimiento de las actividades públicas de estas tribus urbanas. Un poco allí y un poco aquí hasta que se vayan o hasta que les echen.          

Pedro Peregrino - Calle la provincia 5. Burgos. 09128
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