TIRAR DEL HILO DEL "BLANQUERNA STYLE"
Una vez más, la sombra de la superchería y de la mentira calculada se cierne sobre el nacionalsindicalismo: a la sombra de nuestros colores, se están llevando a cabo actuaciones opacas y fabulaciones interesadas que en nada, absolutamente en nada, tienen que ver con nuestra ideología.
A ningún analista de nuestra realidad política -la triste realidad política que ha cubierto de fango la alternativa falangista- se le escapa la maniobra que se está llevando a cabo desde la organización extremoderechista La Falange: la formación liderada por Andrino -sin duda a instancia de la voluntad personal del propio Andrino y de su estrecho círculo de acólitos- pretende encabezar un proyecto español de extrema derecha a la derecha de VOX. De una manera cada vez más impúdica, se mezcla al nacionalsindicalismo con las charlas en los locales de José Luis Roberto o con las intervenciones belicistas en la Marcha de las Antorchas, así como se tejen alianzas con lo más granado del ultraderechismo nacional y extranjero. El falangismo, a los ojos de la pequeña parte de nuestra ciudadanía a la cual interese esta cuestión, aparece así como la punta de lanza de una fuerza declaradamente fascista, negacionista, xenófoba y furiosamente reaccionaria.
De esta forma, una opción política que podría ser moderna y revolucionaria y profundamente transformadora del actual modelo político español se ha convertido en el gris espantajo de unos tiempos ya muertos: en un deformado reflejo de un espejo del Callejón del Gato y en un esperpento de lo que, de verdad, deberíamos ser.
El último capítulo de esta operación de usurpación lo encontramos en el desarrollo de la leyenda de Blanquerna. La exaltación de un hecho delictivo que, bajo la excusa de la defensa que del concepto de la unidad de España tiene el fascismo, ha otorgado el carácter de héroes y mártires a las personas que participaron -y que han sido lógicamente condenadas por nuestros Tribunales de Justicia- en esta barbaridad. Se trata de una operación de imagen que debe encumbrar a Manuel Andrino como el Jefe indiscutido de un curioso conglomerado de bandas ultras: la persona que ha sacrificado su libertad por España y que sufre todo el rigor del Sistema, y de su modelo penitenciario, por haber alzado la bandera. El culto a la personalidad que está construyendo el mito de un líder carismático y de un mártir del patriotismo.
Sin embargo, lo que realmente ha ocurrido es algo muy distinto. En principio, nos resultó muy extraño el férreo silencio que la organización mantenía sobre la situación de los condenados. Porque, habiéndose dado bombo y platillo a todos los extremos relacionados con los héroes del asalto -y al haberse anunciado su inmediata entrada en prisión- no se ofrecían públicamente más datos relativos a esta situación carcelaria. Resulta muy extraño que uno quiera hacerse un Landsberg sin la correspondiente Landsberg. Finalmente -cosas de la transparencia democrática de la que todos estos reniegan- hemos dado con la solución a este enigma.
Ni cárcel, ni pan y agua, ni húmedas paredes carcomidas por el paso del tiempo. TERCER GRADO PENITENCIARIO EN UN CIS. Una auténtica tomadura de pelo para todas aquellas personas que -por una u otra causa- sí que han sufrido de verdad los rigores de nuestro sistema penitenciario. Una gran mentira que viene a fundamentar una mentira todavía más grande: la de que Andrino y su organización esté luchando por una Revolución Nacionalsindicalista.
El agravio comparativo con tantos y tantos presos que pueblan y han poblado las prisiones de España, así como las extrañas condiciones que rodean esta insólita situación penitenciaria, motivan que vayamos a plantear el caso ante la Fiscalía General del Estado: queremos que esto se investigue adecuadamente y queremos que alguien nos explique los motivos que han presidido la concesión de esta singular situación penitenciaria. Seguid disfrutando de vuestro tercer grado: nosotros, mientras, vamos a tirar del hilo del "Blanquerna Style".