SORAYA ROMERO Y LA REACCIÓN DEL MEMO
Yo soy muy mayor y el meme no me llega de la misma forma en la que llega a los más jóvenes. Cosas de mi riego sanguíneo. A mí, tal vez por extraña afinidad, me sigue fascinando el memo. Ese imbécil netamente español -primerísima clase- que encuentra en las Redes Sociales la manera más eficaz de atacar al Movimiento Falangista de España y a su gente. El memo por antonomasia.
Estos indigentes intelectuales nunca fallan: siempre están cuando se les necesita. Siempre. Y eso es muy de agradecer en los tiempos que corren. Necesitamos visibilidad y ellos nos la dan. Desde que nuestra Presidente Soraya Romero ha anunciado en las Redes Sociales su nombramiento en la última asamblea extraordinaria del Movimiento Falangista de España, han sido muchas, aunque no varíadas, las voces que se han alzado en su contra. Cerebros unidireccionales intoxicados por un fascismo patológico y por una ignorancia rayana en el analfabetismo funcional. Han sido muchas las injurias, las vejaciones y las calumnias. Han sido muchos los insultos. Que nadie se equivoque: aunque sabemos de sobra que estos pobrecillos no son más que la voz de su amo -esa estrategia nítidamente cobarde que las organizaciones usurpadoras utilizan de forma inalterable- no lo vamos a dejar pasar. Nosotros no nos cortamos en absoluto: todo aquel palurdo que nos difame y que pueda ser debidamente identificado, será procesalmente encalomado.
Nos vamos a poner morados, ese hermoso color de la tercera franja de nuestra enseña nacional, interponiendo querellas y presentado demandas. La fiesta de la ultraderecha ha terminado, y es la hora de hacer parar la música. Tenemos tiempo. Tenemos medios. Tenemos ganas.
Llevamos ya muchas conversaciones, trazando planes inmediatos, con la Presidente Soraya Romero. La verdad es que es algo bonito constatar que existen jóvenes con ideas, con iniciativa y con expectativas de aprender los resortes de este complicado entorno político. A nosotros nos cae realmente bien porque -a diferencia de nuestros iletrados enemigos- ella ha comprendido perfectamente las líneas maestras del futuro desarrollo del falangismo auténtico y democrático. Somos pocos y no tenemos una organización fuertemente implantada. Pero tenemos el número justo como para iniciar una ofensiva para poner el nacionalsindicalismo en el camino histórico en el que debería -en este mismo momento y si no fuera por el secuestro al que lo tienen sometido- estar transitando a estas alturas del Siglo XXI.
Bajo la Presidencia de Soraya Romero -aunque les pese a estos pajilleros del lodo- nos aprestamos a afirmar una República Federal y Sindical Autogestionaria de Trabajadores. Vamos a propugnar, como hasta ahora hemos estado haciendo, unos principios democráticos en nada coincidentes con los postulados enunciados por los usurpadores reaccionarios. Todos tenemos clara una verdad más que evidente: arrinconando al fascismo pseudofalangista en su covacha estamos poniendo el primer ladrillo de la Revolución. Este camino pasa inexcusablemente por aislar a los usurpadores de la Falange dentro de sus madrigueras naturales. Con todas nuestras fuerzas, expondremos ante la opinión pública la verdad de nuestra doctrina y la claridad de nuestro pensamiento. Sin charangas ni desfiles. Sin tambores ni cornetas. Sin delitos y sin nacionalismo de opereta. Sin odio y sin xenofobia. En definitiva, limpiando nuestros hermosos colores de la suciedad que expande la náusea ultraderechista.
Les ha molestado el nombramiento de Soraya Romero. Eso nos indica que hemos acertado en su elección. Bajo su Presidencia, se inicia un curso político repleto de sorpresas desagradables para las tres organizaciones reaccionarias autodenominadas falangistas. Todas las que se nos ocurran dentro de nuestra intención de presión legal frente al francofalangismo. En nuestas modestas posibilidades, seguiremos denunciando a los usurpadores. Porque ellos siempre han jugado al cansancio de los opositores. Durante lustros, no han hecho más que esperar que el disidente se aburra o se asuste y se vaya a su casa y, de esta forma, se han ido encadenando un año tras otro a sus poltronas.
El Movimiento Falangista de España ni se va a aburrir ni se va a cansar. Eso ya lo saben todos los que lo tienen que saber. Muchos de vosotros nos habéis felicitado en privado durante los últimos días. Os animamos a romper esa distancia: a hacer efectivo vuestro apoyo y a pelear por esa España que soñamos. Siempre libres y siempre inconformistas bajo la bandera roja y negra de la Revolución.