LOS SUCESOS DE SAN SEBASTIÁN

Publicado en el Núm. 96 (ÉPOCA II) de La Gaceta Escurialense.

Tal y como os comentaba la semana pasada, La Falange tuvo que luchar muy duramente en los Tribunales para hacer respetar su derecho -legítimo y constitucional- a poder manifestarse donde, cuando y como quiere siempre dentro de los límites marcados por las leyes. El Gobierno Vasco pretendía limitar ilegalmente este derecho. Y lo que no pudo hacer el Ejecutivo del PNV lo consiguieron los otros nacionalistas. Ya se sabe... unos agitan el árbol y otros recogen las nueces (Arzallus dixit). Entre unos y otros se consiguió el fin deseado: impedir la Manifestación de La Falange en el maravilloso Boulevard de San Sebastián.

Y es que cuesta muchísimo hacérselo entender, pero no nos cansamos de repetirlo. La Falange es un partido político legal, de fines políticos legítimos y de funcionamiento democrático. Está inscrita, con todo el abanico de las bendiciones laicas exigibles en estos casos, en el Registro de Partidos Políticos, y desarrolla su actuación política dentro de un escrupuloso respeto a la legalidad vigente. Todo lo demás, son gaitas, calumnias y demás afirmaciones malintencionadas. Porque ya está bien.

Y es que falta valor. Nosotros también decimos esto muy a menudo. Porque si alguien cree que no merecemos estar aquí -dentro del normal juego de las fuerzas políticas- debería hablar menos y actuar más. Existe un facilísimo camino judicial: tenemos una excelente Ley de Partidos en vigor. Si se cree que La Falange es una organización de naturaleza criminal, o de fines políticos nada claros, que lo manifieste ante la Fiscalía General del Estado y que, en consecuencia, inicie un expediente de ilegalización basado en la legislación vigente. Todo lo demás, calumnias y chismorreos. Intentos de frenar, con metodología sinuosa, nuestro proceder recto y nuestra expansión digna.

Esto es lo que ha ocurrido en San Sebastián el día 12 de Octubre. Si queréis organizar una manifestación, o cualquier acto público, en el centro de San Sebastián, olvidaros de los normales trámites legales que regulan el derecho de reunión. Olvidaros de lo que se aplica, con absoluta normalidad, en otras zonas de España. Nada de notificar vuestra concentración dentro de plazo y cumpliendo con los demás requisitos legales. Porque toda esa tramitación legal deberá ser presentada, en absoluta puridad, ante el entramado nacionalista que apoya a ETA y organiza la lucha callejera en las calles del Norte. Olvidaros de las autoridades y presentad la documentación relativa a ese acto proyectado ante los borrokos nacionalistas. Porque son los que mandan.

Y así, si el borrokillo de turno quiere que os manifestéis, os lo permitirá sin mayores problemas. Si no, muy mal asunto. Porque organizará una demoledora batalla campal en el centro de San Sebastián que impedirá, de facto, el ejercicio de vuestro derecho constitucional de manifestación y reunión. Eso es lo que ha ocurrido el último 12 de Octubre. El Gobierno Vasco no es capaz de hacer cumplir las leyes ni de garantizar los derechos de los ciudadanos. Miles de militantes nacionalistas organizan un pequeño Beirut dentro de la Ciudad y nos impiden manifestarnos. Centenares de mles de Euros en daños materiales. Horas de paralización de la vida ciudadana normal.... ¿resultado? DOS -habéis oído bien- dos detenidos y La Falange sin haber podido manifestarse en el lugar judicialmente reconocido. La conclusión es muy clara: solicitad vuestro Acto ante lo que quede suelto de la Mesa Nacional de Batasuna. Si ellos quieren, os manifestaréis.

Lo divertido de todo esto es que se masca otro tipo de tragedia. La que se deriva del incumplimiento de las leyes por parte del Gobierno Vasco. Porque estos todavía no se han dado cuenta del hecho de que los ilegalizados son los otros. Los originadores del disturbio, y no los falangistas. La Falange ha encontrado motivos legales más que suficientes como para demandar al Gobierno Vasco por estos gravísimos hechos. Allá vamos. A demandar a los hijos de Noé por no saber hacer cumplir el fallo de las resoluciones judiciales dentro de sus propios municipios.

Otra consecuencia divertida son las afirmaciones realizadas, a posteriori, por distintas instituciones nacionalistas. Han llamado a rebato y han hablado mal, tarde e inadecuadamente de nosotros. Tan inadecuadamente que, a la Demanda de la que hablamos en el párrafo anterior, se unen unas cuantas querellitas por calumnias. Así, la Portavoz del Gobierno Vasco Miren Azcárate ha dicho que al fascismo no se le combate con más fascismo, reprochando a los chicos haber realizado un fin loable -combatir al fascismo- a través de métodos reprobables. La Sra. Azcárate habla, de modo un poquitín disperso, de que La Falange acude al País Vasco a provocar olvidando, sin duda inadvertidamente, que La Falange acude a Vascongadas al solo fin de hacer efectivo un derecho legítimo: manifestarse. Derecho que, por lo demás, ha sido respaldado previamente por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco. La duda está en saber qué pintan aquí los falangistas vascos... ¿provocan desde casa? ¿esos desde dónde acuden?

De igual manera se ha pronunciado el Sindicato mayoritario de la inefable Ertzainzta: un curiosísimo ente denominado ESAN. Para los aguerridos Policías Autónomos -esos impresionantes agentes de cara tapada y medios antidisturbios espectaculares- la culpa de lo que ha ocurrido el 12 de Octubre reside en la provocación de La Falange. Por supuesto, nadie en ESAN se plantea la razón por la cual la espectacular Policía Vasca no ha conseguido realizar su exclusiva función -la defensa del orden público y el aseguramiento de los derechos ciudadanos- así como el motivo de haber detenido sólo a dos personas después de la batalla ciudadana desarrollada el pasado Viernes. El mundo al revés y la casa sin barrer. Querellas a gogó.