HACIA UNA PÉRDIDA DE LA MAYORÍA ABSOLUTA
Publicado en el Núm. 32 (ÉPOCA II) de "La Gaceta Escurialense".

Refleja el Faro del Guadarrama, en su última edición, una noticia muy acorde con lo que -desde estas mismas páginas- llevamos propugnando varios columnistas y amigos de este Medio. Se refiere el Faro al fenómeno del ASOCIACIONISMO dentro de nuestro ámbito territorial, haciendo un expreso análisis de los distintos Foros, Asociaciones y Plataformas que, al día de hoy, desarrollan su actuación política y social en el ámbito territorial de la Sierra Noroeste. La consecuencia, según el Redactor de esta noticia, es que el asociacionismo ciudadano constituye un evidente rasgo de participación continuada en la vida pública y que, en consecuencia, resulta un instrumento eficaz de limitación del poder de la mayoría absoluta en los Municipios que la padecen.
Que la Democracia no empieza y termina en el simple acto del voto cada cuatro años es algo que, desde la combativa Gaceta, no nos cansamos de repetir cada semana. Los falangistas creemos en la cultura de la implicación: en una gradual concienciación ciudadana en orden a la participación en los asuntos públicos y, consecuentemente, en la constitución y estructuración de iniciativas ciudadanas de participación directa, coexistentes con las demasiado anquilosadas formas tradicionales. Los falangistas creemos que los partidos políticos al uso se han sobredimensionado. Constituyen máquinas burocráticas deshumanizadas, que rara vez conectan -de una forma inmediata- con las inquietudes populares. Enormes factorías -negocios- cuya única finalidad es la producción del mayor número de votos posible cada cuatro años. Creemos en la gradual desaparición de estas formas anquilosadas. Creemos en la capacidad de acción de los individuos como alternativa a las formas y modos lentos y, en cierta medida, burocráticos de los grandes partidos.
Por eso, recibimos como buena esta noticia. El aumento del asociacionismo ciudadano trae consigo un aumento en la participación real de los vecinos en los asuntos vecinales. Este grado -o nivel- de participación está íntimamente relacionado con el estado de salud de nuestros derechos y libertades. Si aumenta la participación directa se estará profundizando en la Democracia. Si disminuye -o es inexistente- estaremos retrocediendo.
Partiendo de la base incontestable de que estas agrupaciones ciudadanas se vienen multiplicando en los últimos tiempos -dentro de la Sierra Noroeste- y de que las mismas vienen -casi exclusivamente- referidas a actuaciones sociales de oposición o resistencia frente a determinados planteamientos de los distintos gobiernos municipales, llegamos a la misma conclusión anterior, si bien por un camino próximo y práctico: los ciudadanos no se ven respaldados en su inquietud social por los grupos institucionales de oposición política. En otras palabras, no se encuentran representados -al menos suficientemente- por los Partidos Políticos. Y es, precisamente, por esta razón por la que deciden agruparse y luchar al margen de los mismos. Se ha llegado a la conclusión evidente de que la participación ciudadana asociacionista defiende mejor los intereses vecinales que los Partidos tradicionales, muy a menudo atados a viejos compromisos, componendas sociales, alianzas tácticas u obediencias extrañas a las del propio Municipio.
Es necesario seguir profundizando en este camino político. Y es que el resultado positivo es evidente: o se crean -a través de estos mecanismos participativos- los estados de opinión necesarios para no conceder la mayoría absoluta a los populares en el 2.007 o, en el supuesto de que la misma continuara existiendo después de las próximas Elecciones, perfeccionando y profundizando esta forma legítima de participación y control ciudadano de la mayoría institucional.
En nuestro Pueblo -y nunca nos cansaremos de repetirlo- sólo las iniciativas sociales ciudadanas están haciendo frente a la mayoría absoluta detentada por Fernández Quejo y el Partido Popular. Sólo iniciativas tales como las alegaciones y actuaciones contrarias al PGOU, las alegaciones al PORN de Guadarrama, la lucha judicial y extrajudicial por la declaración BIC de La Cerca de Felipe II... y tantas y tantas otras, han plantado cara a los planes urbanísticos iniciales de nuestro Ayuntamiento. Sea como sea, la Corporación del PP ha limitado -de forma sustancial- el número inicial de nuevas Viviendas a construir en el futuro. Hasta el Alcalde, en la extensa entrevista comentada hace algunas semanas, ha llegado a pronunciarse por su curioso concepto de crecimiento cero. Lo cierto y verdad es que si la campaña electoral se tiñe -en cierta forma- de verde se deberá a la acción coordinada de varias Asociaciones ciudadanas, así como al respaldo de algunas formaciones políticas terceristas no convencionales.
La oposición municipal del PSOE es, sencillamente, ineficaz por inexistente. Queda estrechamente limitada a los márgenes aritméticos del Salón de Plenos. Es decir, mayoría absoluta y gobierno popular solitario. Tampoco -y esto es lo grave- nos encontramos con nuestros socialistas en la calle, estructurando oposición de manera organizada. Sin embargo, sí nos los encontramos -honrosas excepciones- participando de manera individual en iniciativas ciudadanas como las expuestas. Demostrando que, a pesar de todo, sigue habiendo nervio en el socialismo español, que sigue habiendo socialistas conectados con las legítimas aspiraciones populares. Es a ellos a los que apelamos. Es a ellos a los que queremos incorporar a nuestra lucha ciudadana.
Porque, ante la inutilidad evidente -inutilidad forzada por el mero número de votos necesario y por la incapacidad para el diálogo del grupo en el poder- de una oposición institucional organizada, la oposición a este rodillo tiene que articularse fuera de los estrechos límites del mencionado Salón de Plenos. Debe articularse en la Calle, a través de la lucha codo con codo de un conjunto de ciudadanos responsables, y por encima de los distintos intereses partidarios.
Alguna mente poco instruída afirmará, al leer estas líneas, que los falangistas no respetamos las Instituciones democráticas nacidas de las urnas, y que llamamos a una lucha callejera y tumultuaria. Allá ellos. Porque nosotros no ponemos en duda la legitimidad ni el obligado funcionamiento democrático de estas Corporaciones Municipales. Tan sólo decimos que, ante una situación de gobierno en solitario del Partido Popular en San Lorenzo -motivada por una mayoría absoluta ejercitada sin ninguna clase de diálogo político constructivo con la oposición socialista- sólo tenemos dos opciones: o limitamos nuestra participación a la vía municipal corporativa -siendo meros oyentes de una función ya escrita- o, por el contrario, la sacamos fuera del edificio de la Plaza de la Constitución, y planteamos iniciativas fuera de tan rígido encorsetamiento. Estas iniciativas, posteriormente, pueden ser aceptadas o asumidas por el Poder Municipal, cuyo funcionamiento -tanto en su origen como en su desarrollo- queda absolutamente garantizado, si bien fortalecido, a través de este incremento en la participación ciudadana directa. Plataformas, Foros y Asociaciones. Formas de resistencia cívica. Escuelas de Ciudadanía. Profundización en nuestros derechos y libertades.