DIVERTIDAS TORMENTAS DE VERANO

Publicado en el Núm. 86 (ÉPOCA II) de la "La Gaceta Escurialense".
Va discurriendo este Verano de forma lenta y calurosa. Pasando el habitual sofoco que te da la necesidad de ponerte una corbata con estas temperaturas altas. La verdad es que yo pensaba que, estando muy próxima la resaca postelectoral, este verano sería más aburrido que los anteriores, y que estaríamos bajo mínimos en lo concerniente a la actividad política de nuestros municipios serranos. Sin embargo, y por fortuna, ello no ha sido así. Existe mucha -y varíada- gente que se está ocupando, de forma concienzuda, de amenizarnos esta temporada veraniega.
En primer lugar, nos ha encantado el asunto de los carteles electorales falangistas en San Lorenzo. Resulta que nuestro recién constituído Ayuntamiento ha decidido, en uno de los primeros acuerdos de la Junta de Gobierno de esta nueva legislatura, sancionar a La Falange por pegar carteles en el mobiliario urbano y fuera de los espacios reservados para ello en época electoral. Se aducen como pruebas unas detalladas fotos del WC portátil existente en la puerta del parking de Floridablanca, abriéndosenos un curioso Expediente Sancionador que podría desembocar en una multa de hasta seiscientos Euros.
Esta sí que ha sido una noticia curiosa porque, de esta forma y en este momento, ahora va a resultar que esa auténtica avalancha de propaganda adherida a nuestras farolas y cabinas es, también, cosa de los falangistas. Ahora va a resultar que del deterioro de ese feísimo WC -por cuya existencia sí debiera ser sancionado el propio Ayuntamiento al colocar algo tan feo en una calle tan bonita como esa- somos responsables nosotros. Cuando ese cubo horribilis tiene el índice de densidad de cartelería más elevada de Europa sin que, hasta la fecha, se conozca sanción alguna impuesta a alguno de sus sucesivos y numerosos anunciantes. Salvo la nuestra, claro está. Y es que parece un chiste que el Ayuntamiento, decidido a limpiar nuestras calles, esté comenzando a repartir estopa precisamente con nosotros, y no con cualquier otro coautor de la auténtica gymkana que supone pasear por nuestro Pueblo, literalmente sepultado por propaganda impresa de toda clase (incluída la del propio Ayuntamiento).
La jugada ha sido de libro: hilarante por evidente. Os la explico.
Ya sabéis que cuando las Elecciones acaban, el Ayuntamiento procede a limpiar el aquelarre propagandístico que ensucia nuestras calles. Así ha sido también en esta ocasión: los Servicios Municipales han limpiado la publicidad electoral -por lo demás rápidamente sustituída por la habitual de naturaleza comercial- con la excepción de algunos carteles falangistas, los cuales son dejados a propósito en la vía pública para dar fe y testimonio de nuestros hábitos cochinos. De esta forma, se han hecho desaparecer los quilos y quilos de carteles que, de otras formaciones, habían sido fijados en lugares no determinados para ello. Ejemplos de ello los había -había, recalco- a lo largo y ancho de todo nuestro Pueblo. Se han retirado todos menos los nuestros, aunque quedan muchos por ahí que pueden aparecer debajo de las toneladas de publicidad comercial e institucional fijada desde el mes de Mayo hasta hoy. Sin embargo, a veces aparecen, dejando al descubierto el distinto rasero empleado mediante la incoación de este procedimiento. De entre el auténtico manto formado por la impune publicidad de circos, inmobiliarias y festivales municipales, aparece la cara de alguno de los candidatos de las pasadas Elecciones, acusando silenciosamente a su respectivo partido de colocarle donde no se debe.
Porque lo que los falangistas decimos es que cómo no va a estar mal eso de pegar carteles sobre el mobiliario urbano. En qué cabeza cabe que nosotros propugnemos lo contrario. Lo que estamos diciendo es que, si después de una campaña electoral en el que todo el mundo pega en donde puede y donde le dejan, se sanciona solamente a un Partido por esta causa... algo está oliendo a podrido en Dinamarca. Máxime cuando, como ocurre en este caso, La Falange no concurría a las elecciones Municipales y, por ende, no tenía atribuído espacio electoral alguno para fijar su propaganda. Por tanto, y ab initio de este asunto, queremos manifestarle a nuestro nuevo Ayuntamiento un castizo va a ser que no ya que, como resulta evidente, vamos a agotar absolutamente todas las vías jurisdiccionales que asistan a nuestro derecho legítimo. Existen grandes proyectos expuestos por nuestro Alcalde en la reciente edición de la Revista San Lorenzo en el País de las Maravillas y, desde estas líneas y hablando en nombre de todos, puedo adelantar que nuestra contribución económica a los mismos va a limitarse a la que legalmente corresponda, pero ni un Euro más. Sobre todo este ingreso extra proviene de una sanción injusta.
No nos ha parecido demasiado amistoso este gesto. Nosotros, de manera cortés, felicitamos la cuarta reelección de nuestro Alcalde haciendo gala de un correctísimo fair play. Ese fair play del que otros no hacen gala. Por lo tanto, se ha acabado la cortesía postelectoral, así como el plazo de gracia concedido para analizar las nuevas políticas del nuevo Ayuntamiento. Vamos a dar por terminado ese plazo, por más que sobradamente conocidas las políticas a desarrollar por este nuevo equipo. Oposición y más oposición -como y dónde podamos- y recordar a nuestros Vecinos que la mayoría absoluta no es una patente de corso de naturaleza política, ya que puede ser debidamente controlada y supervisada por todos los ciudadanos conscientes.