¿QUÉ HACER?
Publicado en el Núm. 57 (ÉPOCA II) de "La Gaceta Escurialense".

No os preocupéis, ya que no voy a referirme a las famosas tesis leninistas agrupadas bajo el mismo título, y que tan decisivamente influyeron en el movimiento revolucionario soviético. Sin embargo, algo tiene que ver con ello. En lo que tenga de subversión del actual estado de cosas y de búsqueda de órdenes sociales más justos; con las posibles posiciones personales que, todos y cada uno de nosotros, podamos adoptar para cambiar las cosas, haciendo frente a ese conjunto de circunstancias políticas negativas que, de forma tan dura, han golpeado la realidad social española en los últimos tiempos. Para encarar este problema, yo parto de una base incuestionable: todos podemos hacer algo. Todos podemos colaborar a cambiar España a través de unas simples e inofensivas iniciativas personales, encaminadas a reafirmar un preciso y concreto modelo de España. Un determinado proyecto de convivencia nacional.
Lo primero que debemos preguntarnos es, lógicamente, si nos encontramos conformes con los postulados ideológicos que, acerca de la propia concepción de España, se nos propugnan desde las más altas instancias del Estado. La pregunta es muy simple... ¿estamos a gusto en la España de 2.007? Como la respuesta es también muy simple, sobrarían las restantes explicaciones: en caso afirmativo, apoya a socialistas o a populares y no sigas leyendo. En caso negativo, alégrate, porque está llegando tu momento político.
Existe una vieja máxima ecologista, absolutamente aplicable a la España de hoy... "piensa globalmente y actúa localmente". Y nunca mejor dicho, porque desde tu propio municipio pueden comenzar a variar las cosas. Puedes comenzar a articular ese frente de españoles honrados que estamos propugnando desde hace meses. Un frente, por supuesto, absolutamente alejado de los cánones marcados por los partidos políticos mayoritarios, caracterizado por dos elementos básicos y fundamentales: creer en una idea unitaria de nuestra Nación y, al mismo tiempo, postular una profundización de nuestros derechos y libertades.
No es necesario recordar -ni incidir- en los errores políticos cometidos por el PSOE en esta legislatura. No es necesario recordar que no es posible conceder demasiada cancha a la misma gente que ha convertido a Carod Rovira o a Otegui en interlocutores políticos válidos. Los socialistas no sólo han permitido, sino fomentado, el renacido vigor político de los nacionalismos periféricos. Pero es que, además, han actuado políticamente de manera incorrecta: cara a la galería, ocupándose de problemas que, en nada o poco, afectan al ciudadano medio.
Mirad en nuestro Pueblo. La oposición que realizan a la mayoría absoluta del Partido Popular es, en la práctica, inexistente. No se escucha a los socialistas, y la única manera de articular una oposición mínimamente eficaz frente al rodillo popular hubiese sido la de la movilización ciudadana: desengrasar los resortes de la sociedad civil para oponerse a la visión del pueblo planteada por la derecha mayoritaria. Sin embargo, los socialistas se han dejado arrebatar esta iniciativa. Los partidos políticos tradicionales no han respondido a esta necesidad de plantar cara al actual Gobierno de nuestra Corporación, y este espacio ha sido ocupado por entes y foros ciudadanos. Los socialistas se han alejado de las necesidades reales de nuestros conciudadanos. Prefieren homenajear a Salvador Allende -más pasado ya que las maracas del magistral Machín- que luchar por los derechos de los trabajadores españoles -amenazados por las distintas oleadas de inmigrantes legales e ilegales- o por un desarrollo sostenible de nuestro Municipio, amenazado por el anunciado nuevo Plan General de Ordenación Urbana.
La decepción también se ha extendido a la derecha. A la oposición parlamentaria realizada por un Partido Popular débil, errático y, muchísimas veces, acomplejado de su propio carácter derechista. No nos cansaremos nunca de repetir que, frente al asalto a la idea de España unida y solidaria encabezado por los socialistas, no se ha respondido de manera firme y contundente por parte de la oposición popular. La izquierda ha atacado de forma sistemática nuestras convicciones más íntimas, y no nos hemos visto defendidos -en modo alguno- por los distintos adalides populares. ¿Recordáis la polémica suscitada por la Memoria Histórica? Sólo los falangistas hemos defendido activamente a nuestros Muertos, y eso reconociendo que el asunto no es más que una cortina de humo socialista para no hablar de asuntos de más calado político.
Sin embargo, ha resultado sistemática la actitud popular al respecto. Renegando absolutamente de sus orígenes políticos y familiares, el Partido Popular ha guardado un silencio indignante. Ha permitido a la izquierda un ataque feroz y continuado a la memoria de un conjunto de españoles masacrados por la sanguinaria política republicana. Igual ha ocurrido con muchísimas materias de importancia: inmigración, ya que se muestra conforme con la política de subvenciones para facilitar la integración de los que llegan y no muestra oposición alguna respecto a la laxa aplicación de las posibilidades legales de expulsión; aborto, siendo Madrid la Comunidad Autónoma en la que se practica un número mayor de estos asesinatos al año...
Existe un amplísimo sector de ciudadanos que no está conforme con el modo de gestionar los asuntos políticos desde un lado o de otro. Todos estos ciudadanos disconformes deben abrir espacios políticos a las nuevas fuerzas opositoras que están irrumpiendo en nuestros Municipios. Este es el motivo de mi decisión de presentar la candidatura Pacto Por San Lorenzo: llevar la voz de los descontentos a nuestro Ayuntamiento. Trabajar por el pueblo desde nuestra perspectiva, quebrando la mayoría absoluta popular, y haciendo que la próxima legislatura -tan importante para San Lorenzo- esté presidida por un protagonismo ciudadano y un mayor consenso político.