SESENTA Y DOS AÑOS
Mi padre no llegó a los 62 años. Cuando murió -alrededor de los 55 largos- ya había formado una familia, tenía una carrera consolidada y un trabajo más que estable, y tan sólo las preocupaciones propias de una y otro. Jamás conoció el lorazepan, el escitalopran o la viagra. Yo llego a los 62 años en este mes de Junio...